El presidente Xi Jinping acaba de decirles a los líderes de China:
Es hora de dejar de depender de la tecnología extranjera, especialmente cuando se trata de IA.
¿La misión?
Autosuficiencia en todos los ámbitos: modelos, chips, datos, infraestructura.
¿El ruido de fondo?
Estados Unidos está endureciendo las restricciones y China se esfuerza por construir su propio camino a seguir.
📢 Lo que dice China
En una reciente sesión de estudio del Politburó, Xi destacó la necesidad de "avanzar integralmente en la innovación" y hacer que la IA sea "segura, confiable y controlable".
El gobierno promete apoyo:
Políticas de compras preferenciales
Programas de talentos
Más inversión interna
Regulaciones más estrictas
Traducción:
China quiere construir su propio imperio de inteligencia artificial, en sus propios términos.
🏯 Breve resumen histórico: La verdadera Gran Muralla
Esta historia de la IA no sucede en el vacío.
Esto se remonta a cuando China construyó la otra Gran Muralla, no con ladrillos, sino con cortafuegos.
Cuando Internet despegó a nivel mundial, China cerró la puerta de golpe:
¿Google? Bloqueado.
¿Facebook? Bloqueado.
¿YouTube? Bloqueado.
El «Gran Cortafuegos de China» no tenía como objetivo el acceso, sino el control.
Control sobre la información, la cultura y los datos.
Funcionó por un tiempo.
Pero ahora, en la era de la IA, ese muro supone un gran obstáculo.
No se puede construir una IA global si sus entradas están aisladas del resto del mundo.
🌎 Ambiente político actual: aranceles y tensiones
El momento no podría ser peor.
Estados Unidos está imponiendo nuevos aranceles a los productos chinos.
Hay un fuerte impulso para trasladar la producción de regreso al país.
La confianza entre las dos mayores economías está muy baja.
Cada movimiento que haga China en materia de IA será visto desde una perspectiva política, no tecnológica.
Y eso hace que construir puentes sea mucho más difícil que construir modelos.
🤖 Cuando se trata de AGI: Confianza = Datos = Cultura
La IA general no son sólo algoritmos.
Es un reflejo de las personas, la cultura y los valores incorporados a los datos.
En la actualidad, la confianza y el sesgo son las dos corrientes subyacentes más importantes en el desarrollo de la IA general:
Confianza: ¿La gente de todo el mundo confiará sus datos a una IA china?
Sesgo: ¿Una IA china, entrenada principalmente con datos nacionales o censurados, comprenderá la diversidad global?
Ya es bastante difícil para empresas estadounidenses como OpenAI y Google gestionar los sesgos entre culturas.
Para China, con estrictos controles de datos y estándares de gobernanza muy diferentes, es una montaña por escalar.
📰 La etapa actual: China apuesta todo por la IAG
China sabe lo que está en juego.
Hace apenas una semana, China fue noticia por sus nuevas e ingentes inversiones en IAG (Inteligencia General Agrícola), no solo en herramientas de IA convencionales.
Están invirtiendo miles de millones en centros de investigación, fábricas de chips y proyectos ambiciosos que intentan descifrar la inteligencia artificial general.
DeepSeek, la nueva estrella, causó sensación al construir un modelo de razonamiento impresionante incluso sin acceso a los últimos chips.
Es un verdadero logro técnico.
Pero hay un problema:
La tecnología impresionante no soluciona los problemas que afectan la confianza y la adopción.
🧊 Perspectiva del equipo Frozen Light
DeepSeek es una gran victoria, pero no es toda la batalla.
Ni siquiera cerca.
Sí, 61,8 millones de usuarios activos suena genial.
Pero si comparamos eso con los 400 millones de usuarios activos de OpenAI o el alcance de Google, la brecha es obvia.
¿Y las bases de usuarios más grandes de DeepSeek?
China, India, Indonesia: no son los mercados occidentales los que impulsan las conversaciones globales sobre IAG.
Si China quiere liderar en AGI, no sólo necesita mejores chips y modelos más grandes.
Necesitan cooperación global, confianza real e integración cultural.
Esto significa:
Prácticas de datos que cumplen con los estándares mundiales.
Gobernanza que respeta las normas globales.
Modelos de IA que realmente puedan comprender la realidad desordenada y diversa del mundo fuera de China.
Sin eso, la IAG de China seguirá siendo brillante, pero aislada.
Lo suficientemente bueno para impresionar en casa, pero no lo suficientemente confiable para liderar en el extranjero.
Y mientras China intenta construir dentro de sus muros, Estados Unidos está jugando un juego diferente:
Comprar cualquier tecnología prometedora que pueda antes de que crezca demasiado.
Justo ayer, informamos que Manus, una startup china de agentes de inteligencia artificial, recibió una inversión de 75 millones de dólares de la firma de capital de riesgo estadounidense Benchmark.
La guerra no se trata sólo de construir mejor tecnología.
También se trata de captar talento y propiedad intelectual antes de que los obstáculos se eleven aún más.
Definitivamente estaremos atentos a cómo se desarrolla esta nueva guerra de IA.
Está lejos de terminar.
No se puede construir una IA detrás de una pared, y definitivamente no se puede ganar si nadie quiere jugar en el patio de juegos.
En resumen
China puede construir, gastar y regular más de lo que quiera.
Pero si no puede ganarse la confianza del mundo, no ganará el futuro de la IAG.
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